Si eres dueño de una tortuga, es posible que hayas oído hablar de la brumación, un proceso similar a lo que llamamos hibernación en los mamíferos. En pocas palabras, las tortugas no hibernan; ellos bruman.
La brumación es un estado natural de latencia en el que entran algunas tortugas durante los meses más fríos del año.
Es un período de actividad reducida, donde el metabolismo de las tortugas se ralentiza y se vuelven menos activas. Durante este tiempo, la tortuga puede pasar más tiempo relajándose cuando no está completamente dormida pero tampoco completamente despierta.
Ciclo de brumación de las tortugas: cómo funciona
Los animales de sangre fría como las tortugas y otros reptiles dependen de fuentes externas de calor para regular su temperatura corporal en lugar de generar calor internamente, como los mamíferos y las aves.
Esto significa que tienen una tasa metabólica más baja que los animales de sangre caliente, lo que significa que requieren menos energía para mantener su temperatura corporal. Las tortugas pueden mantener su temperatura corporal dentro de un rango estrecho ajustando su comportamiento en respuesta a los cambios en su entorno.
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Por ejemplo, si una tortuga tiene demasiado frío, tomará el sol o se trasladará a un área más cálida para aumentar su temperatura corporal. Además, si una tortuga tiene demasiado calor, buscará sombra o se trasladará a un área más fresca para disminuir su temperatura corporal.
También son capaces de regular su temperatura corporal mediante adaptaciones de comportamiento, como excavar bajo tierra, lo que les permite evitar temperaturas extremas y mantener una temperatura corporal más estable.
La brumación es un proceso natural que ayuda a las tortugas a conservar energía durante los meses más fríos, cuando los alimentos y otros recursos son escasos. En la naturaleza, las tortugas que viven en áreas con inviernos fríos generalmente entran en brumación en el otoño y permanecen en este estado hasta que el clima se calienta en la primavera.
La brumación se desencadena por una combinación de señales ambientales, incluidos cambios de temperatura, luz diurna y humedad. A medida que los días se acortan y las temperaturas comienzan a bajar, las tortugas comenzarán a disminuir su velocidad y reducir su actividad. Esta es una señal de que está comenzando la brumación.
Hibernan durante aproximadamente 2 a 4 meses, de octubre a diciembre y febrero.
Durante este período, las tortugas suelen encontrar un lugar tranquilo para descansar, como debajo de un montón de hojas o en una madriguera. Reducirán su metabolismo y pueden pasar períodos prolongados sin comer ni beber. Algunas especies de tortugas también reducirán su frecuencia cardíaca y su respiración durante la brumación.
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Si su tortuga no hiberna naturalmente, entonces puede pedirle a profesionales que le ayuden a hacer el trabajo. Inducir la brumación tiene muchos beneficios para la salud general de su mascota y contribuirá en gran medida a garantizar que sobreviva el duro invierno. Sin embargo, también es importante recordar que no todas las tortugas pasan por brumación.
Algunas especies de tortugas, como las tortugas mordedoras, bruman dependiendo del clima. Las tortugas mordedoras se han adaptado para ser increíblemente tolerantes al frío y se sabe que permanecen activas y se alimentan durante los meses de invierno. Sin embargo, en climas más cálidos, las tortugas mordedoras de agua dulce brumarán.