1. En el agua
El ajolote, también conocido como «monstruo del agua», es un anfibio que se encuentra principalmente en los lagos y canales de México. Su habilidad para desplazarse en el agua es impresionante y única.
El ajolote utiliza su cola para nadar de manera eficiente. Su cola es larga y plana, lo que le permite moverse rápidamente y con gran agilidad en el agua. Además, su cola está cubierta de aletas, lo que le proporciona una mayor superficie para impulsarse y maniobrar en el agua.
Cuando el ajolote nada, mueve su cola de un lado a otro de manera ondulante, creando una fuerza propulsora que impulsa su cuerpo hacia adelante. Esta forma de nadar es conocida como «natación caudal». El ajolote puede controlar la dirección de su movimiento al cambiar la frecuencia y amplitud de los movimientos de su cola.
Además de su cola, el ajolote también utiliza sus patas para nadar. A diferencia de otros anfibios, las patas del ajolote son cortas y débiles, lo que limita su capacidad para nadar utilizando solo sus patas. Sin embargo, las utiliza para estabilizarse y controlar su dirección mientras nada.
En el agua, el ajolote se desplaza de manera ágil y rápida. Puede nadar en busca de alimento, escapar de depredadores o simplemente explorar su entorno acuático. Su adaptación al medio acuático es tan eficiente que rara vez se aventura fuera del agua.
2. En la tierra (limitado)
Aunque el ajolote es un experto nadador, también tiene la capacidad de desplazarse en la tierra, aunque de manera limitada. A diferencia de otros anfibios, el ajolote no tiene pulmones y obtiene oxígeno a través de su piel y branquias externas. Esto significa que su piel debe mantenerse húmeda para poder respirar.
Cuando el ajolote se encuentra en la tierra, su piel se seca rápidamente y esto puede ser perjudicial para su supervivencia. Por esta razón, el ajolote prefiere permanecer en el agua y solo sale a tierra firme en situaciones de extrema necesidad.
Cuando el ajolote se desplaza en la tierra, lo hace arrastrándose utilizando sus patas y su cola. Sin embargo, debido a que sus patas son cortas y débiles, su movimiento en tierra es lento y torpe. El ajolote no puede caminar o correr como otros animales terrestres.
Además, el ajolote tiene dificultades para mantener el equilibrio en tierra firme debido a su cuerpo alargado y su cola plana. Esto limita aún más su capacidad para desplazarse en la tierra de manera eficiente.
El ajolote es un experto nadador que se desplaza de manera ágil y rápida en el agua utilizando su cola y patas. Sin embargo, su capacidad para desplazarse en la tierra es limitada debido a su falta de pulmones y su necesidad de mantener su piel húmeda. Aunque puede arrastrarse utilizando sus patas y cola, su movimiento en tierra es lento y torpe. El ajolote prefiere permanecer en el agua, donde puede nadar con facilidad y aprovechar al máximo sus habilidades acuáticas.